El cáncer y su peso en la economía sanitaria europea
Más allá del drama humano, el cáncer representa uno de los mayores retos financieros para los sistemas de salud del continente. Cada año, millones de diagnósticos implican no solo decisiones clínicas complejas, sino también una carga presupuestaria considerable. El coste de tratar esta enfermedad no es fijo: fluctúa según el tipo de tumor, el momento del diagnóstico y la estrategia terapéutica elegida. Y por supuesto, también depende del país en el que se brinda la atención.
Variables que determinan cuánto cuesta tratar un cáncer
No existe una cifra única que responda a cuánto cuesta enfrentar el cáncer. Cada caso es distinto, y los factores que intervienen en el coste total son numerosos. Entre los más relevantes se incluyen:
- El tipo de tumor (por ejemplo, mama, próstata, pulmón, colon, entre otros)
- La etapa en la que se detecta la enfermedad
- La combinación de tratamientos: cirugía, radioterapia, fármacos sistémicos, etc.
- Si el tratamiento requiere ingreso hospitalario o puede hacerse de forma ambulatoria
- El país y su modelo de financiación sanitaria
- El acceso o no a medicamentos de última generación
Un cáncer de próstata localizado, tratado con cirugía y seguimiento, no implica el mismo gasto que un cáncer pulmonar metastásico con inmunoterapia y cuidados prolongados.
Coste medio por país: una Europa con varias velocidades
El precio del tratamiento varía notablemente entre los países europeos. La diferencia no solo está en el coste directo, sino también en el acceso a terapias modernas y en cómo se financian:
- Reino Unido: El coste medio por paciente suele oscilar entre 30.000 y 60.000 euros. Las cifras dependen del tipo de tumor y del uso de medicamentos biológicos.
- España: El tratamiento por paciente se sitúa, según estimaciones recientes, entre 25.000 y 45.000 euros, con cobertura pública mayoritaria.
- Francia: Entre 35.000 y 70.000 euros por paciente. El sistema sanitario francés cubre prácticamente todo el proceso, incluidos los tratamientos domiciliarios.
- Alemania: Uno de los países con mayor inversión sanitaria. En algunos casos, especialmente en tratamientos con células CAR-T o combinaciones de inmunoterapia, el coste puede superar los 80.000 euros por paciente.
- Europa del Este: Los costes son inferiores, generalmente entre 10.000 y 25.000 euros, pero también lo es el acceso a terapias de vanguardia.
Cuánto cuesta cada tipo de tratamiento oncológico
Aunque cada paciente recibe una combinación terapéutica distinta, es posible establecer estimaciones generales según el tipo de intervención:
- Cirugía: Entre 5.000 y 15.000 euros, dependiendo del procedimiento y la complejidad. Una cirugía mayor, como una resección hepática, puede situarse en el rango superior.
- Quimioterapia: Entre 10.000 y 30.000 euros por ciclo completo. El uso de fármacos convencionales es más asequible que el de agentes nuevos.
- Radioterapia: De 8.000 a 20.000 euros, en función de la técnica (convencional, IMRT, protones).
- Inmunoterapia y terapias dirigidas: Los fármacos como pembrolizumab, nivolumab o trastuzumab deruxtecán pueden superar los 50.000 euros al año por paciente.
- Terapia CAR-T: Indicada en casos como leucemia linfoblástica aguda o linfoma B refractario. El coste puede superar los 300.000 euros por paciente.
- Seguimiento y cuidados paliativos: A menudo olvidados en las estimaciones, pueden representar entre 4.000 y 10.000 euros adicionales por paciente.
El impacto presupuestario del cáncer en Europa
Según la Comisión Europea, los costes asociados al cáncer, tratamiento, pérdida de productividad, dependencia y otros factores, superan los 100.000 millones de euros al año. Una cifra que refleja no solo el avance de la medicina, sino también el reto de sostener económicamente la respuesta sanitaria.
Este gasto no se limita a los fármacos. Incluye diagnósticos por imagen, pruebas genómicas, hospitalizaciones, atención psicológica, rehabilitación, gestión de efectos adversos, consultas multidisciplinares y todo lo que gira alrededor del paciente oncológico, desde el diagnóstico hasta el seguimiento a largo plazo.
¿Quién paga el tratamiento del cáncer?
En la mayoría de países europeos, la financiación pública cubre buena parte del proceso oncológico. Sin embargo, no todos los costes están siempre incluidos. En muchas situaciones, los pacientes o sus familias deben asumir:
- Gastos en medicamentos que no están financiados
- Pruebas moleculares o de imagen realizadas en centros privados
- Alojamiento y transporte durante el tratamiento
- Cuidados domiciliarios o asistencias no cubiertas por la sanidad pública
La carga económica puede variar según la región, y en algunos países de Europa del Este, la diferencia entre lo que se prescribe y lo que se puede costear es más marcada.
Prevención, diagnóstico precoz y sostenibilidad
La inversión en nuevas terapias es clave, pero no debe eclipsar lo esencial: detectar el cáncer antes, reducir factores de riesgo y educar en salud pública. Un diagnóstico precoz no solo mejora la supervivencia; también reduce el coste del tratamiento y evita intervenciones más complejas.
El reto no es únicamente tratar más y mejor, sino también prevenir más y antes.
Cierre
El cáncer seguirá siendo, durante los próximos años, una enfermedad de alto impacto tanto en términos clínicos como económicos. A medida que las terapias se hacen más personalizadas y eficaces, también se vuelven más costosas. La respuesta no puede limitarse a aumentar los presupuestos: exige reorganizar prioridades, ampliar el acceso y mantener un enfoque sostenible.
Porque el desafío no es solo salvar vidas, sino hacerlo sin dejar a nadie fuera del sistema.
