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¿Cómo afectan los exosomas al comportamiento del cáncer?

Lo que sabemos sobre los exosomas y su papel en el cáncer

Las células no están tan aisladas como pensábamos hace unas décadas. Algunas de ellas, sin que lo notemos, liberan pequeñas vesículas extracelulares llamadas exosomas. Son muy pequeñas, pero no están vacías. Llevan dentro fragmentos de ARN, proteínas y otras moléculas que pueden influir en lo que hacen otras células. Eso ocurre en tejidos sanos, pero también y de forma más preocupante, en tumores.

En los últimos años, varios estudios han mostrado que los tumores no solo crecen, también se comunican. Y lo hacen, en parte, usando estos exosomas. (https://bit.ly/3YSoyiK)

Cómo los tumores se benefician de estos mensajeros

Algunas células cancerosas liberan exosomas que influyen en lo que pasa a su alrededor. Uno de los efectos más conocidos es que promueven la formación de vasos sanguíneos nuevos (angiogenesis). Esto es útil para el tumor porque le da acceso a más oxígeno y nutrientes.

También se ha visto que estas vesículas ayudan a que el sistema inmune no reaccione con fuerza contra el tumor. Es como si lo volvieran “invisible” para las defensas del cuerpo.

Y algo todavía más inquietante es esto: algunos exosomas viajan a otros órganos y modifican ese tejido para hacerlo más receptivo a células tumorales que se moverán hasta allí más adelante. Es lo que se llama preparar el terreno para la metástasis.

El entorno cambia… y el tumor lo aprovecha

A los tumores les conviene tener vecinos que no molesten. O mejor aún, que colaboren. Por eso, liberan señales que hacen que algunas células cercanas cambien de función. Por ejemplo, los fibroblastos normales pueden transformarse en otros que ayudan a que el cáncer crezca y se expanda.

Algo similar pasa con algunos glóbulos blancos, que dejan de atacar al tumor y se comportan de forma más permisiva. También se ha observado que los exosomas alteran la estructura del tejido que rodea al tumor, haciéndolo más fácil de invadir.

Por qué esto complica los tratamientos

Un problema grave en oncología es que, con el tiempo, algunos tratamientos dejan de funcionar. Y aquí también aparecen los exosomas. Se ha comprobado que pueden transportar mensajes que ayudan a las células cancerosas a resistir ciertos fármacos.

A veces llevan ARN que desactiva genes importantes para frenar el cáncer. En otras ocasiones, incluso se han detectado medicamentos dentro de los exosomas, como si las células los expulsaran antes de que hagan efecto.

¿Una vía para tratar mejor?

A pesar de todo lo anterior, los exosomas también podrían ser útiles. Como están presentes en la sangre y otros fluidos, se está estudiando si pueden servir para detectar tumores en fases tempranas. Si eso se confirma, podrían convertirse en una herramienta de diagnóstico no invasiva.

Además, algunos científicos exploran si es posible usar exosomas modificados para llevar tratamientos directamente a las células enfermas, reduciendo así los efectos secundarios. Es una posibilidad en desarrollo, pero con bastante potencial.

Reflexión final

Los exosomas no son buenos ni malos. Son una herramienta que las células usan para comunicarse. El cáncer ha aprendido a usarlos para su beneficio, pero también podrían ayudarnos a entender mejor cómo se comporta un tumor, y cómo frenarlo. En ese equilibrio, entre amenaza y oportunidad, se abre una línea de investigación que vale la pena seguir.

En los exosomas, el cáncer encontró un aliado, pero la ciencia podría convertirlos en su talón de Aquiles.

Soy David Garduño Blanco, farmacéutico especialista en atención dermofarmacéutica del paciente oncológico y experto en inteligencia artificial.

A través de mis redes sociales, bajo el usuario @oncoceutico, comparto contenido educativo y motivacional, buscando crear una comunidad informada y empática en torno al cuidado dermocosmético del paciente oncológico y el mundo de la oncología.

Mi objetivo es seguir aprendiendo y compartiendo conocimientos que contribuyan a humanizar la atención farmacéutica y a mejorar el bienestar de quienes enfrentan el desafío del cáncer.

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